Intercambio gratis de Enlaces El Piano Para Todos Enseña: Polonesa Heroica Op. 53. de Chopin. I. J. Paderewski. R. M. Breithaupt. L. Chiantore.

7 oct 2010

Polonesa Heroica Op. 53. de Chopin. I. J. Paderewski. R. M. Breithaupt. L. Chiantore.


Citando a Rudolf María Breithaup, pedagogo alemán, autor de la teoría y práctica de la ejecución pianística natural basada en el peso o gravedad de hombro, brazo, antebrazo, muñeca y mano, Luca Chiantore, pianista   y musicólogo italiano nacido en 1966, describe en su Historia de la Técnica Pianística, la ejecución de la parte central de la Polonesa Op. 53, Heroica, de Chopin hecha por I. J. Paderewski en ilustraciones incluidas en las obras de Breithaupt, las que "explican ciudadosamente el movimiento elíptico realizado por la mano de Paderewski a lo largo de cada tetracordo...desde el momento del contacto con la tecla hasta el punto de ataque; resalta la orientación del movimiento del antebrazo -que inicialmente procede en el sentido -contrario- de las agujas del reloj,,,pero cambia de dirección en el momento de la modulación a Mib..."-. En palabras llanas diremos que el antebrazo lleva la mano en un movimiento elíptico elevándose en el comienzo de cada tetracordo, lo que se explica pues avanza por tecla blanca a tecla negra, más alta, y la mano debe subir y luego bajar a otra tecla blanca -un movimiento elíptico contrario a las agujas del reloj- y empezar de nuevo. Toda esta acción cambia cuando se modula de Mi a Mib; ahora el teracordo empieza con tecla negra -alta- y baja a teclas blancas; entonces el movimiento  sigue el sentido de las agujas del reloj. Podríamos describir estos movimientos como un arco alto de la mano que luego regresa en un arco bajo al punto de partida y viceversa cuando modula a Mib. -los "movimientos elípticos"; ya se verá en los videos-. Breithaupt vio tocar a Paderewski, quien le sirvió de modelo para la explicación de estos sucesos pianísticos pero no vio tocar a Rubinstein en su época esplendorosa; era incomparablemente superior a su compatriota Paderewski y su ejecución de esta obra cumple con lujo de detalles las teorizaciones del pedagogo alemán. Como anécdota final, Claudio Arrau, el sin par pianista chileno, fue llevado a tocar delante de Breithaupt cuando aquél era joven estudiante en Berlín. Y mientras lo escuchaba, Breithaupt exclamó "Sí, sí! ¡Definitivamente correcto!" Es interesante saber que Claudio Arrau no aprendió técnica pianística. Su profesor Krause no se metía con estas cosas en sus disciplinas con el joven Arrau, igual que el maduro Liszt evitaba este tema con sus alumnos. Pero el maravilloso instinto de Arrau lo guió a ser la demostración viviente de las teorías de Breithaupt. Podría decirse, desafiando la pedagogía, que nació aprendido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario